Pese a los constantes despectivos contra Pinto, el jugador continuó el juego simulando total normalidad. Tras finalizar el encuentro, que se saldó con la derrota de su equipo, y con el enfado de observar como la mayoría de los aficionados, incluyendo niños, le insultaban, el deportista decidió confesar a los medios de comunicación su verdadera orientación sexual.
"Sí, soy gay. Todo el mundo sabe quién soy. Mi equipo completo respeta mi sexualidad. He jugado durante diez años y todo el mundo ha estado bien conmigo. No siento la necesidad de revelar mi sexualidad a todo el mundo", expresó el deportista a un medio brasileño.
Posteriormente, en una entrevista, declaró que una de las cosas que más le afectaron de vivir dicha situación homófoba fue observar como "mujeres y niños, a coro" se unían al resto en los insultos.
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